El diseño interior es el arte de mezclar la belleza, la practicidad y la estética dentro de un espacio determinado para hacer de ese inmueble un lugar grato y acorde con las necesidades y satisfacciones humanas.

Se trata de una profesión fascinante e interesante que está fuertemente ligada con los orígenes mismos de la humanidad.

El diseño interior es la historia de las sociedades humanas que desarrollaron sus capacidades y sus habilidades en función de convertir sus viviendas e inmuebles en verdaderos hogares y en auténticos espacios en donde desempeñar sus funciones, tanto laborales y lúdicas como de gobierno y culturales.

Los orígenes del diseño interior

En un principio el diseño interior era simplemente la adaptación de la sociedad humana a un entorno natural donde el único objetivo era sobrevivir, por ejemplo, en las cuevas se adaptaba el espacio alrededor de la fogata, siendo el fuego el punto focal no solo del diseño, sino de la vida.

Con el paso de los milenios la inteligencia humana se desarrolló y con el la conciencia, las habilidades y la sensibilidad con su entorno natural, el cual podía modificar y adaptar a su gusto, fue así cuando el espacio se transforma y comienzan a aparecer diferentes áreas dentro de los hogares: dormitorios, salones, cocina y zonas de recreación, lectura o trabajo.

Se trata de algo que parece ser autóctono al ser humano ya que estos principios se aplicaron en la antigua Roma, en el medio oriente, en el lejano oriente y en la América precolombina, cada una de estas sociedades con sus características claramente definidas por el entorno en el que se desarrollaron dichas sociedades.

Así, poco a poco la complejidad fue apoderándose de las ideas y de los desarrollos habitacionales creando auténticos hogares en los cuales cada sección del hogar comenzó a desarrollar sus propias características y así aparecer elementos y principios del diseño de interior ya conocidos como forma, línea, volumen, armonía, balance y perspectiva.

La importancia de los materiales

Así como la funcionalidad era un factor imprescindible también lo fueron los materiales de construcción que comenzaron a desarrollarse dentro del diseño interior, fue así que elementos como la madera, el metal o el vidrio hicieron su aparición de muchas y muy variadas maneras.

Ya el diseño interior no se aplicaba exclusivamente a pequeñas unidades habitacionales sino a grandes espacios físicos como palacios, catedrales, centros de poder político, económico, religioso y artístico dando origen a toda una escuela que se alimentaba de las artes, arquitectura e inclusive de la música y la literatura ya que esos espacios necesitaban de acústica y elegancia.

La vanguardia de estilos

La siguiente evolución natural que desarrolló el diseño de interior fue la aparición de diferentes estilos que iban desde los enormes y fastuosos palacios romanos o las construcciones verticales del lejano oriente hasta llegar a los impresionantes mega edificios de la actualidad.

A lo largo de 10 mil largos años, la creatividad y el ingenio humano se diversificó en una auténtica vanguardia de estilos que desembocaron en algunas de las más extraordinarias eras del arte y del saber.

Hablamos de auténticos impulsos dentro del arte, la arquitectura y el diseño interior como por ejemplo el gran período artístico musulmán mudéjar, el Renacimiento, el siglo de oro español, la extraordinaria etapa de la dinastía Tang y el neoclásico hasta llegar a la Escuela Bauhaus, el Art Deco y la extraordinaria influencia postmoderna de Le Corbusier.

En suma, el diseño interior ha sido parte activa e importante del avance de la calidad de vida del ser humano y se ha configurado como una de las actividades de mayor influencia en la actualidad dentro de la arquitectura y la construcción.