El diseño de interior es una profesión muy vinculada a las artes y al concepto creativo adaptado a los espacios arquitectónicos, por tanto, requiere de un amplio conocimiento teórico en diseño gráfico, perspectiva y otros fundamentos artísticos.

Para poder realizar un diseño de interiores profesional y armónico se necesita conocer y manejar ciertos elementos y principios básicos que veremos a continuación:

El diseño interior y el espacio

El diseño interior necesita trabajar en un área física, en unas dimensiones de espacio específicas. Se trata del lienzo sobre el cual el diseñador construirá todo el concepto de interiorismo.

El espacio está constituido por dos tipos:

  • El espacio bidimensional medido en largo y ancho en donde se distribuyen los objetos sobre el piso.
  • El espacio tridimensional medido en largo, ancho y alto y que incluyen los objetos colocados en basándose en sus dimensiones totales.

En el diseño de interior, el espacio se mide tanto en los objetos que se incluyen como en los espacios que quedarán vacíos, a esto se le denomina espacios positivos y negativos.

Importancia de la luz

Y sea natural o artificial, la luz es un elemento indispensable al momento de hacer un diseño de interiores debido a que puede ayudar a aumentar el espacio, crear atmósferas y proporcionar la ambientación a un sitio determinado.

El uso de la luz se divide en:

  • Luz de tarea para áreas específicas del espacio, por ejemplo, lámparas de noche o de pasillo.
  • Luz puntual para espacios profesionales buscando resaltar piezas puntuales, como exhibiciones, obras de arte o museos.
  • Luz ambiental la cual proporcionará la ambientación y el estado anímico de todo el espacio.

Cuidado de la línea

El siguiente elemento es la línea que origina la forma y es la responsable de establecer la sensación armónica dentro del espacio y forman guías visuales indispensables.

La línea se subdivide en:

  • Líneas horizontales que fomentan la sensación de seguridad y se usan para decorar estructuras como sillas, camas, mesas, etc.
  • Líneas verticales usadas para crear una sensación natural, expansiva y libre, las cuales podemos encontrar en puertas y ventanas.
  • Líneas dinámicas también denominadas angulares, son las que se usan para crear sensación de drama o acción dentro del espacio de forma estructural, por ejemplo, las escaleras.

La forma perfecta

La forma en diseño interior es la responsable de crear armonía y equilibrio en el espacio.

Dichas formas pueden ser geométricas, con ángulos rectos y natural, de forma orgánica. También se presentan en formas abiertas, las que pueden examinarse a simple vista y las cerradas, que se encuentran encerradas por alguna superficie.

Cuidar la textura

La textura se aplica a las superficies para crear una ambientación determinada tanto visual, donde la textura solo se verá más no se tocará, y la real, donde dicha textura podrá palparse. Su función es reafirmar el estado de ánimo que se desea plasmar.

La textura está presente en todos los elementos dispuestos en el espacio, por ejemplo, fundas de almohadas, alfombras, tapizados, cortinas, etc.

Color ideal

El color es el medio para crear un enlace entre la estética y la ambientación, dependiendo de la paleta de colores se creará la atmósfera y la psicología que deseamos trasmitir a los demás.

El color posee valor, intensidad y tono dependiendo de cómo se use y con qué intensidad se desplieguen en el espacio.

El mejor patrón

Junto con la luz y los colores, los patrones añaden interés y armonía por medio de la distribución de elementos repetitivos interesantes y estéticos, por ejemplo, los mosaicos, los tapizados, las formas geométricas, el diseño del piso y del techo, etc. Estos patrones ayudan, además, a moldear la atmósfera y el ánimo que deseamos transmitir dentro del espacio.